Práctica 6: El Manifiesto del Tren de las Claves
Más de un directivo se quedaría con la boca abierta al leer el Manifiesto Cluetrain, la obra creada por Rick Levine, Searls, Locke y Weinberger. Y es que lo que intentan estas 95 claves es que las empresas mejoren sus relaciones, tanto con sus clientes como con sus propios empleados mediante interacciones entre todos a través de la red. De esta manera, todos pueden participar.
Esto es lo mismo que vimos hace poco que ocurría con el periodismo cuando surgió el movimiento del periodismo ciudadano. Y por eso, hay una frase del Manifiesto que llama mucho nuestra atención, y es la que dice que las conversaciones en red hacen posible el surgimiento de nuevas y poderosas formas de organización social y de intercambio de conocimientos. Es lógico pensar que si la prensa lo ha conseguido, también pueden hacerlo las empresas para conseguir mercados más inteligentes y organizados. Además, es fácil renegociar acuerdos con los mercados y cambiar de proveedores si las empresas están interconectadas ya que lo harán a una velocidad increible.
Otra de las fórmulas que propone el Manifiesto es que las comunidades humanas se basan en el diálogo, con conversaciones humanas acerca de inquietudes humanas. Si se mantiene una conversación, las negociaciones se harán en forma de diálogos de manera que se pueda participar. Para ello hace falta que las empresas hagan uso de un lenguaje sin acartonar y que todo el mundo comprenda. Si consiguen esto, las compañías se bajarán de su pedestal y podrán sobrevivir en un mercado reformado y mejor. Estas conversaciones son posibles a través de los intranets corporativos, siempre que éstos no se limiten a distribuir su política de recursos humanos, ni a difundor el temor y las normativas, que tanto aburren a los trabajadores. De hecho, según dice el Manifiesto, los mejores intranets son aquellos que se construyen desde abajo por individuos participativos que cooperan para construir la valiosa conversación corporativa interconectada.
Cuando esto se consiga, se llevarán a cabo dos conversaciones, una dentro de la empresa y otra en el mercado. Para ello, las empresas deberán posicionarse en un nivel más personal. Dejarse de charlatanería barata y aceptar que sus empleados hablen directamente con los proveedores con su propia voz y no con la que le impongan.
Este será el nuevo mercado, creado por los trabajadores y por el propio mercado. Con un lenguale que todos puedan utilizar, ideas nuevas sobre las que reconstruirse y sin esos estudios de mercado anticuados para conocerse unos a otros. Por eso hay otra frase en el Manifiesto que recoge a la perfección todo esto, y dice: "Cuando tenemos dudas, nos apoyamos en el resto de nosotros para aclararlas. Si no tuvieras un control tan estricto sobre 'tu gente' tal vez nos apoyaríamos en ellos también".
Los negocios no lo son todo para las empresas. Lo que se reivindica en estas frases es que hay cosas más importantes como las conversaciones, ya que una buena conversación a tiempo puede hacer que se cierre un buen negocio. Las empresas que no jueguen un papel en este mundo, no tardarán mucho tiempo en desaparecer, ya que su lenguaje estará caducado y nadie les entenderá. Como dicen en las clases de periodismo, "un buen lenguaje capta la atención de la gente. Un lenguaje pomposo, hace que la gente se pase a leer la página de los deportes".
Según el Manifiesto, para las corporaciones tradicionales, las conversaciones interconectadas parecen un mar de confusión pero tienen que darse prisa en decidir porque el tren sale dentro de poco y en la red tienen mejores herramientas, más ideas y ninguna regla que les pueda detener. El mercado en red sabe más que las empresas acerca de sus propios productos.
Esto es lo mismo que vimos hace poco que ocurría con el periodismo cuando surgió el movimiento del periodismo ciudadano. Y por eso, hay una frase del Manifiesto que llama mucho nuestra atención, y es la que dice que las conversaciones en red hacen posible el surgimiento de nuevas y poderosas formas de organización social y de intercambio de conocimientos. Es lógico pensar que si la prensa lo ha conseguido, también pueden hacerlo las empresas para conseguir mercados más inteligentes y organizados. Además, es fácil renegociar acuerdos con los mercados y cambiar de proveedores si las empresas están interconectadas ya que lo harán a una velocidad increible.
Otra de las fórmulas que propone el Manifiesto es que las comunidades humanas se basan en el diálogo, con conversaciones humanas acerca de inquietudes humanas. Si se mantiene una conversación, las negociaciones se harán en forma de diálogos de manera que se pueda participar. Para ello hace falta que las empresas hagan uso de un lenguaje sin acartonar y que todo el mundo comprenda. Si consiguen esto, las compañías se bajarán de su pedestal y podrán sobrevivir en un mercado reformado y mejor. Estas conversaciones son posibles a través de los intranets corporativos, siempre que éstos no se limiten a distribuir su política de recursos humanos, ni a difundor el temor y las normativas, que tanto aburren a los trabajadores. De hecho, según dice el Manifiesto, los mejores intranets son aquellos que se construyen desde abajo por individuos participativos que cooperan para construir la valiosa conversación corporativa interconectada.
Cuando esto se consiga, se llevarán a cabo dos conversaciones, una dentro de la empresa y otra en el mercado. Para ello, las empresas deberán posicionarse en un nivel más personal. Dejarse de charlatanería barata y aceptar que sus empleados hablen directamente con los proveedores con su propia voz y no con la que le impongan.
Este será el nuevo mercado, creado por los trabajadores y por el propio mercado. Con un lenguale que todos puedan utilizar, ideas nuevas sobre las que reconstruirse y sin esos estudios de mercado anticuados para conocerse unos a otros. Por eso hay otra frase en el Manifiesto que recoge a la perfección todo esto, y dice: "Cuando tenemos dudas, nos apoyamos en el resto de nosotros para aclararlas. Si no tuvieras un control tan estricto sobre 'tu gente' tal vez nos apoyaríamos en ellos también".
Los negocios no lo son todo para las empresas. Lo que se reivindica en estas frases es que hay cosas más importantes como las conversaciones, ya que una buena conversación a tiempo puede hacer que se cierre un buen negocio. Las empresas que no jueguen un papel en este mundo, no tardarán mucho tiempo en desaparecer, ya que su lenguaje estará caducado y nadie les entenderá. Como dicen en las clases de periodismo, "un buen lenguaje capta la atención de la gente. Un lenguaje pomposo, hace que la gente se pase a leer la página de los deportes".
Según el Manifiesto, para las corporaciones tradicionales, las conversaciones interconectadas parecen un mar de confusión pero tienen que darse prisa en decidir porque el tren sale dentro de poco y en la red tienen mejores herramientas, más ideas y ninguna regla que les pueda detener. El mercado en red sabe más que las empresas acerca de sus propios productos.
1 Comments:
¿Por qué "periodismo" es un enlace a Reportero Digital? ¿Representa el paradigma clásico de la profesión? Hay que gestionar mejor la coherencia entre lo vinculado y la web de destino.
No sé por qué se habla de intranets en este artículo.
Falta relacionar mejor y de forma más concreta (con algún ejemplo cuando se pueda) el manifiesto con el periodismo participativo.
Nota V
By Jose Manuel Noguera, at 10:35 p. m.
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