Práctica 15: ¿Cuál es tu identidad de dominio público?
El otro día estaba aburrida en mi casa y no se me ocurrió otra cosa que poner mi nombre en Google para ver lo que salía. ¿Cuál fue mi sorpresa al descubrir que aparecía algo? Pero ese algo no tiene nada que ver con lo que soy realmente. Se trata de un enlace a una página creada por un profesor en la que pusimos nuestros nombres a principios de este curso para crear nuestros blogs.
Aunque hemos aprendido mucho a lo largo de este curso gracias al uso del blog, no era eso precisamente lo que quería que se mostrara de mí en la red. Porque al ser un grupo de trabajo las que realizamos el blog, quisimos poner una foto chula que nos identificara a todas. Pero somos tan distintas que lo único que se nos ocurrió fue poner la foto de un corazón verde. ¡Porque nosotras lo valemos! O eso es lo que pensamos por aquel entonces.
Seguro que si la foto hubiese sido de alguna de las dos componentes del grupo, Google nos habría puesto más cosas. Algo como...¡Las dos rubias locas de clase de Tecnología!
Google no sabe cuáles son tus gustos ni tampoco tus inquietudes o aficiones. El buscador se limita a poner lo que creaste en la web y que, en nuestro caso, no tiene nada que ver con lo que solemos hacer en nuestros ratos libres. Porque hay mucha gente que escribe en blogs pero los perfiles son difíciles de editar, sobre todo si se trata de un programa que vas a usar para trabajos de clase. Si tuviésemos un blog personal, otro gallo cantaría.
Supongo que si nos hubiésemos planteado desde un principio lo que queríamos que Google mostrara sobre nosotras, además de editar nuestro perfil de otra forma, tendríamos blogs personalizados con nuestros datos y en los que añadiríamos todo lo que nos interesa.